
Poco a poco fue creciendo una sincera amistad producto de una entrega y solidaridad que se hacía imposible de no reconocer y aceptar., dice Ponce de León.
Hay veces en que lo que debo hacer me llena de expectativas y, por ello, durante varios días previos me voy preparando.
Reflexiones24/10/2021Compartir
Hola. Te agradezco un nuevo día. Un día más.
A lo largo de mi vida ya son abundantes la cantidad de días que me has regalado.
Sé que a muchos de ellos los he vivido como uno más.
Sé que algunos de ellos los he disfrutado como un día nuevo.
Sé que algunos de ellos los he vivido como un día especial.
Hay veces en que lo que debo hacer me llena de expectativas y, por ello, durante varios días previos me voy preparando.
Una y más veces repaso lo que debo realizar para no olvidar nada.
Son días que desde mucho tiempo antes comienzo a celebrar porque preparándome.
Pero, sin duda, son días donde vivo la expectativa de lo que puede surgir.
Si bien hay cosas que puedo suponer existen muchas que vivo con la sorpresa de lo impensado.
Hay jornadas que las vivo dejando de lado todo lo previsto e intento vivirlas como si fuesen plenas de novedades.
Tú, siempre, pones algo en cada día que me sorprende y reconforta.
En oportunidades uno no puede dejar de experimentar que tu regalo es una caricia para el alma.
Me brindas la oportunidad de ser útil, de servir en algo.
Me brindas la oportunidad de experimentar la dicha de estar disponible y ello no es poca cosa.
Me brindas la oportunidad de escuchar a alguien y, aunque no tenga soluciones, nada es más importante que poder prestar un hombro.
Son esas realidades que nos hacen saber que alguien desea contar con lo que somos y tal cosa es muy gratificante.
Pero, Tú bien lo sabes, muchas veces comienzo mi jornada pensando en lo que debo hacer.
Como si a mi jornada la pudiese encerrar en una agenda y vivirla ordenadamente.
Siempre sucede lo mismo y no logro aprender. Esos días son los que están más colmados de extras que me hacen dejar de lado lo programado.
“Debo ir”, “Debo traer”, “Debo llevar” y, parecería, mi jornada se limitase a algunas cosas programadas y es allí donde apareces Tú.
Apareces en aquella persona que viene a buscar algo o en aquella que pide alguna cosa o en aquel que busca conversar y me quedo sin ir o sin traer o sin llevar.
Tú siempre te encargas de hacerme saber que mis jornadas las organizas Tú y, por ello, me las regalas.
Aquí estoy pronto para comenzar un nuevo día.
Sé algunas cosas que deberé realizar ya que ellas deben hacerse pero ni idea tengo de lo que Tú me has de solicitar realice.
Quiero saber rezar mi jornada y, para ello, poder escucharte en cada uno de los acontecimientos que me toquen vivir.
Quiero poder poner lo mejor de mí en todo lo que vaya a realizar y, para ello, poder verte en todos los acontecimientos.
Quiero realizar con alegría todo lo que deba hacer ya que ello será mi mejor forma de agradecerte lo que me brindas o pides.
Quiero poder estar con el corazón bien abierto para recibir a cada uno con la importancia que se merece y la atención que necesita.
Quiero saber vivir cada uno de mis días disfrutando que no es un día más sino un inmerecido regalo tuyo.
Tengo una vida plena de satisfacciones aunque, muchas veces, ellas las he vivido con renuncias o empeños.
Son muchos los días que me has regalado y no deseo desperdiciar a ninguno más.
Debo vivir cada jornada con la seguridad de que será un muy buen día puesto que es un regalo tuyo que debo saber disfrutar.
Poco a poco fue creciendo una sincera amistad producto de una entrega y solidaridad que se hacía imposible de no reconocer y aceptar., dice Ponce de León.
"La segunda parte de la frase, que siempre fue la que tenía más clara y más asumida, pretendía expresar lo que quería fuese testimonio de un estilo de vida dentro de la familia salesiana.", dice Ponce de León.
Por ello la fe no es otra cosa que una experiencia de encuentro personal con Dios, desde Jesucristo, que transforma nuestra vida. Experimentar tal encuentro debe conducir a una postura personal ante todo lo que hace a lo cotidiano de la vida.
Creo que lo más difícil es ese elemental punto de partida como es el hecho de reconocer que nos equivocamos, que ofendemos.
"Puede parecer un simple detalle producto del tiempo que ha transcurrido entre el hecho y su escritura, pero, también, dice mucho para la mentalidad religiosa de aquel tiempo", dice Ponce de León.
Deseos puesto que el año transcurrido nos ha dejado un cúmulo de experiencias y existen algunas que deseamos prolongarlas y se dan otras que debemos buscar o modificar, dice Ponce de León.
Quizás haya alguien a quien dicho perfume no le agrade por intenso o penetrante, por duradero o invasivo. Yo, debo reconocerlo, me descubro disfrutando de tal aroma, dice Ponce de León.
Eran casi las ocho de la mañana y ellos comenzaban el día tomando y, tal cosa, se prolongaría durante todo el día y todos los días.
"Ya lo han intentado, infructuosamente, casi toda la noche. Una vez más no puede incomodar a nadie y le hacen caso al hombre de la orilla...", dice Ponce de León.
Son manos grandes y ásperas producto de muchos años dedicados a tareas diversas y exigentes.
3 de diciembre, en el Estadio Centenario. ¡A 25 años de su último concierto en Montevideo!
Es la primera vez que un artista agrega segunda función en este recinto armado para 50.000 personas. Nueva fecha: 4 de diciembre