Columna: Expectativas y experiencia, por Aníbal Durán

Un artículo de Búsqueda de días pasados motiva estas líneas, con respecto a la situación que vive Maldonado en cuanto a inversión inmobiliaria. Por estos días hubo insucesos gremiales con el Sindicato, que diálogo mediante y postura firme empresarial, pudieron zanjarse. Pero este no es el quid de la nota. La crónica narra que la llegada del Presidente Milei fue una suerte de envión para que se incrementaran las ventas, aunque esas cosas son relativas. Son suposiciones y siempre se aconseja no hacerlas. En fin, importan los hechos. En edificios premium en Punta del Este, los vendedores piden por sus unidades USA 5000 el metro cuadrado, promediando. Y concomitantemente, nos cuentan promotores de la zona que se han producido ventas. La Intendencia de Maldonado dice que los desarrollos de vivienda vienen in crescendo gracias a los beneficios impositivos de la COMAP (APPCU ha abogado mucho por ello), además de exoneraciones departamentales que se han venido aprobando, como el no pago de contribución inmobiliaria en el transcurso de la construcción de la obra. Recuerdo que en Montevideo se dio esa situación, hace algunos años. Es una manera de incentivar al promotor que arriesga su capital por muchos años al incursionar en una obra, sustancialmente un edificio de propiedad horizontal. Pruebas al canto y siempre según el relato de Búsqueda, en el año pasado la comuna autorizó a edificar 702.148 metros cuadrados, 19% más que en el año anterior, con una suba también importante de los permisos de construcción. Según versión del Presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este, Javier Sena, los inversores vienen a “resguardar sus dineros” dada la tranquilidad que ofrece la plaza. Y eso que estamos en época preelectoral donde se sabe la competencia es muy pareja entre la Coalición Republicana y el Frente Amplio. Pero ni eso amilana a los inversores.  También hay mucho cliente paraguayo y europeo..., las buenas noticias circulan y el buen nombre del país juega su partido.   Asimismo, hay unas 1000 unidades en proyectos lanzados o en construcción en la Avenida Roosevelt, con la consecuente competencia entre los promotores buscando captar al inversor rentista, habitualmente comprador de monoambientes o apartamentos de un dormitorio que luego arriendan. 

Claro que también están los que se afincan en Maldonado, sobre todo Punta del Este y de allí los nuevos colegios que se están abriendo en dicha zona esteña. Punta del Este se ha repoblado, de allí que hay renta todo el año, al decir de los operadores de allá. Mucha gente trabajando a distancia durante todo el año. También hay “mentas” de que vienen brasileros porque aparentemente el gobierno de Lula proyecta cambios impositivos del impuesto a la renta y de allí la conclusión inicial. Lo cierto es que somos un país de expectativas…esto es, la posibilidad razonable de que algo suceda. Y va de suyo que trabajamos para que esas expectativas se concreten. No en vano suceden tantas cosas que fortalecen nuestra seguridad jurídica, respeto a los contratos, separación de poderes, apego a la Constitución por parte de los actores políticos y claro está, no tenemos ni a un Maduro, ni a un Ortega, pero tampoco a un Bukele…que se pasó la Constitución por las “tumbas etruscas” y se hizo reelegir y con ínfulas de continuar indefinidamente en el gobierno. Tampoco va por ese lado por más que tenga más de un 80% de aprobación popular. Aquí no sucede. Y como las expectativas se concretan, surge la experiencia que es la realidad constatable que viven los que aquí invierten, desde hace lustros.  Aquí hay un denominador común que es determinante para la vida, en cualquier ámbito de la misma: CONFIANZA. Es marca registrada en nuestro país y esperemos que, en las elecciones venideras, no venga nadie con ínfulas autocráticas, “creyéndose la película” y con ánimo de desestabilizar nuestra arraigada convivencia y democracia. Aníbal Durán