
Poco a poco fue creciendo una sincera amistad producto de una entrega y solidaridad que se hacía imposible de no reconocer y aceptar., dice Ponce de León.
Con gran amor se dedican al aseo, arreglo y mantenimiento de las cosas que se utilizan en las diversas celebraciones.
Reflexiones09/02/2020Compartir
La liturgia era la de la fiesta de presentación de Jesús al templo.
La Palabra de Dios hablaba de Simeón y de Ana.
Dos ancianos que frecuentaban el templo y reconocen al futuro salvador en aquel niño que irrumpe en brazos de su madre.
La fiesta judía decía de la presentación del niño al templo y de la purificación de su madre.
Al parir se había ensuciado con sangre y debía ser purificada.
Es un día en que se bendicen las candelas y los niños.
El sacerdote en su homilía, entre muchas otras cosas, habló del encuentro de aquellas dos personas mayores con Jesús.
Sugirió que debería acentuarse más esa realidad de la fiesta del día.
Me gustó la idea.
La mayoría de los integrantes de nuestras comunidades son personas mayores.
A lo largo de todo el año litúrgico nunca hay un momento privilegiado para ellos.
En muchos casos son quienes dan vida a nuestras comunidades.
Son quienes, generalmente, tienen tiempo para dedicarse a las cuestiones del templo.
Con gran amor se dedican al aseo, arreglo y mantenimiento de las cosas que se utilizan en las diversas celebraciones.
Son quienes asisten a la inmensa mayoría de nuestras celebraciones.
Son quienes siempre están dispuestos a reunirse para un grupo de oración.
Por lejos son el sector más numeroso de nuestras comunidades.
Reconocer tal cosa no debe ser razón de ningún tipo de vergüenza sino constatación de una realidad inocultable.
La liturgia del año nunca tiene una celebración para ellos.
Los sacramentos cierran el círculo de la vida.
No sucede así con la liturgia.
Estaría bueno poder cerrar la vida en una celebración.
Porque se lo merecen.
Quizás uno discrepe con una postura religiosa tan simple.
Quizás uno gustaría con una religión más dispuesta a los cuestionamientos, las búsquedas y las preguntas.
Pero se han hecho a una religión de algunas prácticas.
De una necesidad de oraciones hechas de fórmulas.
Pero, también, de presencias incondicionales.
Son quienes soportan las originalidades de los curas de turno.
Son los que conservan las tradiciones y costumbres del lugar.
Suelen apelar a esa frase que mucho choca: “Nunca se hizo”.
Con sus anécdotas y la repetición de historias conservan viva una memoria que no debe perderse nunca y que se debe conocer ya que ninguna historia comienza cuando uno llega a un lugar.
Son quienes suelen recordar con añoranza el pasado y buscan, con sus propuestas, volver a tiempos que ya han pasado.
No es que no reconozcan que la realidad ha cambiado sino que pretenden hacer saber la necesidad de propuestas nuevas por más que lo suyo se limite a: “Antes hacíamos…..”
Muchas son las veces que nuestros sermones los ignoran.
Pedimos más compromiso, más acción, más entrega.
Nuestro auditorio son esas personas, en su mayoría, que han gastado su vida brindando sus mejores empeños a la causa de la Iglesia.
Son esas personas que, por edad, ya no están para las grandes actividades o los importantes despliegues físicos sino para hacer de importante reserva moral para las generaciones nuevas.
Generaciones nuevas que siempre son pocas en número y dedicación.
Por ello me pareció buena la idea de aprovechar tal celebración para dedicar una liturgia a esos muchos ancianos que han hecho de su vida un reconocer a Jesús y hacerlo estilo vital.
Poco a poco fue creciendo una sincera amistad producto de una entrega y solidaridad que se hacía imposible de no reconocer y aceptar., dice Ponce de León.
"La segunda parte de la frase, que siempre fue la que tenía más clara y más asumida, pretendía expresar lo que quería fuese testimonio de un estilo de vida dentro de la familia salesiana.", dice Ponce de León.
Por ello la fe no es otra cosa que una experiencia de encuentro personal con Dios, desde Jesucristo, que transforma nuestra vida. Experimentar tal encuentro debe conducir a una postura personal ante todo lo que hace a lo cotidiano de la vida.
Creo que lo más difícil es ese elemental punto de partida como es el hecho de reconocer que nos equivocamos, que ofendemos.
"Puede parecer un simple detalle producto del tiempo que ha transcurrido entre el hecho y su escritura, pero, también, dice mucho para la mentalidad religiosa de aquel tiempo", dice Ponce de León.
Deseos puesto que el año transcurrido nos ha dejado un cúmulo de experiencias y existen algunas que deseamos prolongarlas y se dan otras que debemos buscar o modificar, dice Ponce de León.
Quizás haya alguien a quien dicho perfume no le agrade por intenso o penetrante, por duradero o invasivo. Yo, debo reconocerlo, me descubro disfrutando de tal aroma, dice Ponce de León.
Eran casi las ocho de la mañana y ellos comenzaban el día tomando y, tal cosa, se prolongaría durante todo el día y todos los días.
"Ya lo han intentado, infructuosamente, casi toda la noche. Una vez más no puede incomodar a nadie y le hacen caso al hombre de la orilla...", dice Ponce de León.
Son manos grandes y ásperas producto de muchos años dedicados a tareas diversas y exigentes.
La Dirección General de Cultura de la Intendencia de Maldonado ofrece una amplia programación que se desarrollará en las distintas ciudades hasta el domingo 6 de julio inclusive. Todas son de acceso gratuito y dirigidas al público infantil.
Siempre tendremos algo para mejorar y, siempre, tendremos algo para convertirnos.