
Creo que lo más difícil es ese elemental punto de partida como es el hecho de reconocer que nos equivocamos, que ofendemos.
El cura párroco que está al frente de una importante obra social, con la puesta en marcha de un comedor que ya tiene varios años, habló con 220.UY sobre la realidad social que hoy se vive.
Reflexiones01/12/2023Compartir
Sin lugar a dudas no existe un lugar ideal.
Ese lugar lo construye uno según sus necesidades.
Debía ausentarme por dos días de la parroquia.
Una de las complicaciones que dicha realidad acarrea es que me debo quedar en algún otro lugar.
Esto implica el hecho de deber buscar algún lugar donde quedarme sin que ello sea una molestia para cualquier otra persona.
También debe ser un lugar donde uno no esté ocasionando un gasto extra para nadie.
Ya había estado en aquel lugar retirado y tranquilo. Por ello es que solicité poder quedarme, nuevamente, allí.
Nunca sospeché que el lugar me ofreciese tantísima tranquilidad.
La primera tarde, prácticamente, no estuve ya que dispuse mi tiempo para lo que sentía como una necesidad en aquel momento.
Obviamente que siempre disfruto inmensamente de esa actividad que es acompañar y tomar unos mates con unas personas que me hacen sentir muy a gusto.
Al día siguiente el lugar me absorbió.
Me senté a tomar unos mates y a leer un poco.
La tranquilidad y el canto de los pájaros me robaron las horas de la mañana.
Por la tarde me iba a dar unas vueltas pero me tentó la idea de poder tomar unos tragos más de semejante paz.
Cuando tomé conciencia había gastado más de media tarde entre mates y lectura.
Me había propuesto dar una mano en lo que fuese necesario y, sin embargo, había consumido la tarde perdido en la paz del lugar.
Allí no había horas ni prisas. Solamente había tranquilidad y el canto constante de algunos pájaros.
Al día siguiente debía abandonar aquel lugar y volver a la realidad.
Quería que algo de aquel lugar se fuese conmigo pero ello es un imposible.
Quizás me llevase la inmensa dicha bebida desde tanta tranquilidad que el lugar me había obsequiado.
Dicha por haber podido tener la mente lejos de cualquier situación ajena al momento aunque lo que me había llevado a aquel lugar se me hacía presencia constante.
Dicha por haber disfrutado de tanta tranquilidad que me había permitido adentrarme en el silencio y la paz.
Dicha por haber podido encontrar un lugar donde lo ideal es casi una realidad.
Sentía que había experimentado lo que ha de vivir el celular cuando casi con la batería muy pobre de carga es conectado al cargador.
Me sentía renovado de energía aunque sabía ello se debía a todo lo experimentado y al lugar que me había recibido.
Durante el regreso repasaba todo lo vivido y todo me hacía sentir muy pleno de gozo.
Por el reencuentro con algunas personas con quienes tenemos mucha historia compartida.
Por haber podido aportar un trozo de mí en lo que motivó mi ida.
Por haber encontrado ese lugar donde por todos lados se encuentra la paz de Dios.
Ante todo ello solamente cabía un gigantesco GRACIAS que brotaba desde todo mi ser.
Creo que lo más difícil es ese elemental punto de partida como es el hecho de reconocer que nos equivocamos, que ofendemos.
"Puede parecer un simple detalle producto del tiempo que ha transcurrido entre el hecho y su escritura, pero, también, dice mucho para la mentalidad religiosa de aquel tiempo", dice Ponce de León.
Deseos puesto que el año transcurrido nos ha dejado un cúmulo de experiencias y existen algunas que deseamos prolongarlas y se dan otras que debemos buscar o modificar, dice Ponce de León.
Quizás haya alguien a quien dicho perfume no le agrade por intenso o penetrante, por duradero o invasivo. Yo, debo reconocerlo, me descubro disfrutando de tal aroma, dice Ponce de León.
Eran casi las ocho de la mañana y ellos comenzaban el día tomando y, tal cosa, se prolongaría durante todo el día y todos los días.
"Ya lo han intentado, infructuosamente, casi toda la noche. Una vez más no puede incomodar a nadie y le hacen caso al hombre de la orilla...", dice Ponce de León.
Son manos grandes y ásperas producto de muchos años dedicados a tareas diversas y exigentes.
Nuestro intento no pasa por ser una prolongada parodia de un personaje que debemos intentar imitar lo más perfectamente posible.
El cura párroco que está al frente de una importante obra social, con la puesta en marcha de un comedor que ya tiene varios años, habló con 220.UY sobre la realidad social que hoy se vive.
"Para que las claudicaciones no nos frustrasen. Para que supiésemos enfrentar la cruz sin reniegos ni miedos alienantes", dice Ponce de León.